sábado, 27 de abril de 2024

VII LAS ALEGRÍAS




Por fin llego el ultimo sábado de Agosto y la plaza del Mercado amaneció completamente engalanada con vistosas telas rojas y amarillas que al traspasar la luz del sol daban a la plaza aire festivo que se contagiaba a todo el que pasaba por allí. El lugar había sido adornado personalmente la tarde anterior por Carme la mujer de Joaquim, ella había seleccionado las telas, los colores y las formas como debían situarse en toda la plaza y media docena de jóvenes con un par de escaleras habían ido siguiendo las instrucciones de la judía.

A pesar de que aun faltaba un buen rato para que empezaran las partidas de trinquete y las apuestas con vino, ya que con dinero estaba totalmente prohibido apostar, los habitantes de Carinnyana y toda su rodeada ya iban cogiendo posiciones en la plaza.

Los participantes, dos parejas por cada una de las seis Sexmas de la Comunidad de Daroca mas cuatro parejas de Carinnyana, ya llevaban un buen rato practicando cuando apareció delante del trinquete Ramón Guillem, Jurado de la aldea, para sortear las eliminatorias y de paso agradecer a la comunidad judía que corriera con los gastos. Destacaba entre todos los participantes un joven de la Sexma de Trasierra de mas de dos varas y media de altura pero que estaba mas ocupado en sonreír a todas las mozas casaderas y viudas jóvenes que en el desarrollo del juego y así le paso que a pesar de su buena planta fueron eliminados a la primera

Conforme avanzaba el día las apuestas y las disputas iban subiendo de tono ya que las botas y las jarras de vino no paraban ni un momento por lo que el Jurado Ramón decidió dejar las finales para el día siguiente ya que se había hecho tarde y aun tenían que actuar los gaiteros y los juglares que harían cantar y bailar a todos los asistentes.

En la mañana del domingo nada mas acabar la primera misa dio comienzo la competición de tiro con arco. El campo de tiro se había montado en el foso que daba al oeste de la aldea y para los espectadores se habían montado unas gradas en la parte de las eras aunque los mas osados se habían subido a lo alto de la muralla, a pesar de estar prohibido, que también estaba engalanada para la ocasión. Todos los premios fueron para los de Daroca por lo que Joaquim decidió darles a todos los demás una compensación económica ademas de comer y beber todo lo que quisieron. Mientras en la plaza del mercado se jugaban las finales de trinquete pendientes del día anterior donde Carinnyana gano la de mujeres y la de hombres la ganaron los hermanos Bervegal que habían venido desde Luco en representación de la Sexma del Xiloca, aquí Joaquim solo dio la compensación a los que habían pasado la primera ronda.

A continuación en la misma plaza comenzaron las eliminatorias de lucha y aunque solo había participación infantil Ramón Guillem les explico el reglamento y aclaro todas las dudas de los participantes ya que para muchos era la primera vez que competían. Al ser una prueba infantil no se permitían las apuestas pero a escondidas hubo alguno que se jugo varios cantaros de vino

Apuesta Miguel vamos sobre seguro Rodrigo y Pelegrin llegaran a la final –animó Jayme a su amigo

Sabes que no soy de apostar que yo soy muy técnico

Los zagales llegaran a la final, para eso les he enseñado yo-- afirmo tajante Jayme

Tu, pero que sabes tu de lucha, si fuera de comer garbanzos bien pero de lucha.

Al rato y tal y como había previsto Jayme, Rodrigo y Pelegrin estaban cara a cara en la final.

Aprovechando el final de la lucha infantil se dio la salida a la carrera pedestre con recorrido sencillo: subir calle arriba para salir por la puerta Alta y rodear la muralla por el rio Fraxno para entrar por la puerta Baja hasta la plaza y el ganador o ganadora se llevaba un pollo. Andrea vio la oportunidad y salio como un ciclón y ya antes de salir por la puerta Alta iba en el grupo de cabeza, al rodear la muralla por el rio con el terreno mas ondulado y piedras sueltas no quiso arriesgarse a una lesión y se mantuvo cerrando el grupo de cabeza pero fue pasar la puerta Baja y acelerar en busca del pollo, mas de tres varas de ventaja le saco al segundo, un jovenzano que había venido andando de longares un momento antes de empezar la carrera y que como compensación le dieron un pollo enano

Jayme podíamos haber corrido nosotros y así tendríamos merienda

Miguel podíamos haber corrido nosotros y así tendríamos flato –le contesto Jayme

Con la plaza prácticamente llena los camareros contratados por la familia Yesolot iban colocando las mesas y seguidamente se sentaban los mas jóvenes encima mientras el vino de Carinnyana no paraba de correr. A una señal de Carme una docena de camareras fueron apareciendo con las bandejas llenas de algo parecido a croquetas de garbanzos típicas de la cocina judía y que se agotaron en un momento, a continuación repitieron las camareras con las bandejas pero esta vez llenas de pollo que tampoco llegaron a la mesa. Joaquim sonreía y Carme ordeno repetir otra vez de croquetas cosa que los asistentes agradecieron con aplausos mientras el vino no se agotaba. Dejaron pasar un buen rato para que la gente charlara animadamente antes de comenzar con las bandejas de cordero que fueron recibidas otra vez con aplausos y algún ¡viva! y esta vez sacaron para acompañar a la carne unas cestillas de mimbre con pan de pita típico judío

Todo esto al son de los gaiteros que se iban relevando para que no parara la música y mientras unos comían otros tocaban.

Recogieron las bandejas del cordero del que solo quedaban los huesos y volvieron a salir las camareras esta vez con cestas cargadas de peras, ciruelas y melocotones recién traídos de La Almunia a donde también llegaban la ramificaciones de la familia Abenazar. Cuando ya empezaba a bajar el tono de las conversaciones e incluso alguno ya estaba dormido encima de las mesas Joaquim dio unas palmadas y animo a los carinnyaneros a ir calle abajo para ver el espectáculo final.

Cuando se les planteo a los Jurados de la aldea montar una plaza de toros se echaron las manos a la cabeza y la negativa fue rotunda. Por suerte a los pocos días y mientras estaban Jayme con su jefe buscando un terreno propicio para montar una almazara extramuros de Carinnyana y al pasar junto al estanque bajo que en agosto siempre estaba seco Jayme tubo una de sus ideas y se bajo corriendo al centro del estanque

Joaquim ya tenemos plaza de toros—le grito desde abajo

Que dices Jayme anda sube si puedes o te ayudo, es que tienes cada cosa

No, baja Joaquim, baja y lo veras

A regañadientes se tiró mas que bajó al estanque seco pero al situarse junto a Jayme en el centro también lo vio claro

Aquí, aquí haremos el espectáculo, solo con añadir una baranda con maderos sera suficiente.

Salio Jayme con dos caballerías hacia Encinacorba donde según le habían dicho podría comprar o alquilar un toro para lo que Joaquim le había dado una buena bolsa de dinero, en Encinacorba nadie le hizo ni caso ya que desde el emplumamiento a los hermanos d´Alava y sus mujeres que eran nacidos allí, los vecinos de las dos aldeas no se dirigían la palabra. De allí en la misma mañana paso a Torralbiella donde le dieron comida y vino pero no consiguió el deseado toro pero si información de un ganadero de Codos que pasaba todos años por allí, por lo que partió hacia Codos a ver si le cambiaba la suerte y allí localizo al ganadero que según se explico conocía a todos de Carinnyana menos a Joaquim y a él pero no obstante apalabro el toro por mucho menos de lo que pensaba ya que el ganadero lo vendería después del espectáculo a los carniceros de la aldea


La tarde estaba resplandeciente con la barandilla de la plaza engalanada como los otros escenarios, plaza y foso, con telas rojas y amarillas. La gente que bajaba de la comida se iba apelotonando en la parte de arriba que había sombra de una docena de olmos, Jayme le gritaba a la gente para que se fueran acercando a la zona del sol con escaso éxito, aunque poco a poco se lleno toda la barandilla de la plaza. Antes de que la gente bien comida y bien bebida se amodorrara Joaquim ordeno a los gaiteros que no pararan de tocar hasta que saliera el toro y mientras se colocaban los recortadores, que habían venido de Alagón y cobraban mas de lo que había costado el toro

Salio el toro a la plaza y después de dar una vuelta completa a modo de saludo, los recortadores empezaron su actuación aunque el animal estaba mas pendiente de los adornos de la plaza y de la gente que se había animado con los gaiteros y no paraban de bailar y de citar al toro desde la barrera. Hizo el astado un primer intento de saltar pero le fallaron las fuerzas y se dio con el testuz contra la baranda, sin hacer ningún caso a los recortadores se fue hacia la parte de abajo que era donde el estanque menos cubría y allí si que en un salto saco las manos por encima de la barandilla y metiendo los riñones paso todo el cuerpo fuera. Con media plaza gritando, los mas tranquilos hicieron el recorrido al revés que el toro y saltaron la baranda cayendo varios al estanque seco aunque sin ningún lesionado. Los mozos mas valientes lo citaron con un manojo de pámpanos en la mano y se lo llevaron camino arriba hacia la puerta baja, cuando llegaron al borde del foso uno de los mozos con un quiebro lo mando para abajo y el personal que había subido a una distancia prudencial rompió en aplausos.



Desde que se hicieron públicos los lugares donde se iban a celebrar las Alegrías tanto María como Menga vieron claro que el puesto de las baratijas se había de poner en la calle que comunicaba la plaza del mercado con la salida al foso donde seria las pruebas de tiro con arco, sin embargo Isabel quería que el puesto estuviera mas cerca de la improvisada plaza de toros y para contentar a las dos partes decidieron montar el expositor directamente en el carrico de los hijastros de Isabel, los hermanos Garces, que también les cedieron el borrico para los dos días completamente gratis.

Con la plaza del mercado de Carinnyana casi vacía llego Isabel con el borrico tirando del carro en el que los Garces le habían colocado un mostrador con dos expositores extensibles y dos fijos con tapa, una vez que retiraron al borrico el mostrador extendido media casi cuatro varas, espacio mas que suficiente para estar dos mujeres vendiendo. Al momento llegaron Andrea y María con dos sacos llenos de mercancía para la venta, colocarlo todo en su sitio según lo aprendido les llevo un tiempo y antes de terminar de montar todo ya había gente, principalmente mujeres, comprando. María anotaba todas las transacciones y su madre y Andrea llevaban a cabo las ventas siempre acompañas de un regateo previo. Tal y como iba pasando la mañana se fue viendo que a Isabel se le daban bien los tratos con mujeres que compraban para la casa o el ajuar de alguna hija casadera y Andrea se especializaba en los mas jóvenes.

Ya antes de empezar el baile María tuvo que ir en busca de mas genero y agua y paja para el borrico que llevaba todo el día a la sombra. En cuanto empezó a atardecer plegaron el mostrador con la ayuda del carpintero y se fueron directamente a casa de Isabel donde guardaron el carro y el burro y como ya era tarde y estaban muy cansadas se despidieron hasta la mañana siguiente. María bajo a la plaza a buscar a su marido y después de dos bailes se fueron a dormir.

Apenas clareaba el día se presentaron madre e hija en casa de Carme con todas las anotaciones y un saco de monedas para contar. Mientras Isabel las iba contando y colocando en montones María repaso con Carme las ventas y calcularon la reposición para el día que quedaba por delante

De momento os puedo adelantar ciento veinte dineros de las ventas de ayer—les dijo Carme

Mejor guárdalo todo y mañana con mas tiempo liquidamos—le aconsejo Isabel –y ahora a preparar lo de hoy

Como en la esquina elegida para el domingo daba mucho el sol de primeras repitieron en el sitio del día anterior y cuando empezó la comida en la plaza tanto María como Andrea, ganadora de la carrera, querían recoger ya para unirse a la fiesta pero Isabel engancho el borrico y recogió el mostrador para dando un rodeo aparecer en la esquina que daba a la calle baja por donde tenían que pasar todos los que fueran a ver los toros y especialmente las forasteras que todavía no conocían el puesto.

No quedaban en la plaza ni cinco personas e Isabel ya estaba colocando cada cosa en su sitio para plegar el mostrador cuando sintió en sus riñones una punzada a la vez que una mano le tapaba la boca para que no chillara

Dame todo el dinero que llevas, venga rápido

Isabel hizo ademan de soltarse pero lo único que consiguió fue que la punta del puñal se le clavara en la espalda, quiso gritar de dolor pero la manaza que le tapaba la boca se lo impedía

Vamos dame el dinero rápido o correrá mas sangre

Isabel se saco la faldriquera y se la entrego al atracador y este le dio un empujón que la mando debajo del carro y huyo. Cuando Isabel se levanto no había ni rastro del ladrón que con el saco de monedas al hombro había salido corriendo por las calles que en ese momento estaban vacías.

Isabel mas calmada termino de recoger el mostrador y engancho el borrico y mando a unos zagales que pasaban jugando por allí que buscaran a su hija y a su yerno para que fueran a la puerta alta que en ese momento solo estaba vigilada por un guardia. Cuando Isabel intento explicarle al vigilante como era el atracador se dio cuenta que solo le había visto la mano así que tuvo que darle las explicaciones a su manera –por como me tapo la boca con su mano tiene que ser mucho mas alto que yo y con una voz muy fuerte y ademas muy rápido de piernas y con mi faldriquera en la mano.

Por aquí no ha salido nadie porque desde el mediodía no se ha marchado nadie de Carinnyana, ahora entrar si que han entrado muchos como usted me dice.

Isabel se sentó en la vara del carro a esperar a su hija y allí sola rompió a llorar.

María y Jayme llegaron corriendo al carro donde a Isabel todavía se le escapaban las lagrimas y sorbiéndose los mocos les explico lo que había sucedido. Mientras les contaba lo poco que recordaba ya habían llegado Andrea, Menga y los demás.

Las cuatro mujeres que al fin y al cabo eran las dueñas del negocio organizaron cuatro grupos para recorrer la aldea mirando especialmente en los carrizos y en los callejones desde la puerta Alta hasta la puerta Baja que era por donde entraría todo el personal al volver de la plaza toros.

A la carrera y por parejas recorrieron todas las calles de Carinnyana volviéndose a reunir en la puerta baja.

Vamos a dar otra vuelta, ahora mas despacio y mirando en los tejados bajos y en los patios que tengan la puerta abierta –dijo Jayme

Si, sera mejor que ir corriendo por ahí como pollo sin cabeza—apunto Miguel cuando ya se empezaban a oír gritos y a ver gente que subía corriendo desde la improvisada plaza de toros, al pasar uno de los obreros de Miguel a su lado le pregunto que estaba pasando –el toro, que se ha escapado el toro y sube hacia la aldea.

Ahora aprovechara el ladrón para huir de Carinnyana –dijo Isabel que de los lloros había pasado a un mal genio horrible

Se ira a su aldea y ya ha echado la semana –contesto su hija furiosa como su madre

Los mozos con los fajos de pamapanos ya estaban llevando al toro hacia el foso por lo que la gente dejo de empujar para entrar y Jayme y los demás salieron para buscar a ladrón entre la gente y vieron como con un quiebro perfecto el toro resbalo y cayo al foso y al caer el toro salio un hombre corriendo por el foso con un pequeño saco en la mano. No tuvieron que preguntar a nadie si era el ladrón ya que la faldriquera en la mano lo delataba y salieron corriendo y empujando por entre la gente para tratar de alcanzar al ladrón mientras el toro también lo encorria por el foso mientras carinnyaneros y forasteros gritaban y aplaudían al ver como el toro le iba ganando terreno al ladrón. Mientras Menga y Andrea cruzaban a toda marcha el barrio moro para llegar al torreón de las Sisas y evitar que el ladrón o el toro pudieran escapar.

El ladrón se dio de bruces con la puerta que un instante antes Menga había dejado atrancada por dentro y aun oyeron sus gritos mientras caía por el terraplen del foso casi a los pies del toro que lo esperaba con la lengua fuera después de la paliza que llevaba al subir desde el estanque bajo reconvertido en plaza de toros. A unas cinco o seis varas de distancia se planto el toro sin quitarle ojo al bandido a pesar de que la gente desde arriba lo llamaba sin cesar y de vez en cuando escarbaba el suelo con las manos levantando una polvareda que el ladrón se tragaba sin rechistar.

Jayme y María sin hacer ruido y sin llamar la atención llegaron a la altura del ladrón y con señas le indicaron que si quería salir con vida atara la bolsa a la cuerda que lentamente le habían echado a lo que el bandido obedeció y lentamente ato la faldriquera a la cuerda y Jayme la fue subiendo, cuando Isabel la reviso y dio su aprobación le hicieron señas a Menga para que abriera la puerta mientras el toro avanzaba unos pasos hacia el bandido. Dos de los arqueros que habían participado por la mañana se presentaron para acabar con el morlaco pero al estar ya tan cerca del ladrón no les dejaron intervenir por miedo que se arrancara contra el bandido.

Salio Miguel por la puerta de la muralla con una cuerda que traía de las obras de la torre y se la fue bajando despacio al bandido, este se paso la vaga por la cintura y se quedo cogido como un fardo. Sin aviso previo Miguel y las dos mujeres dieron un tirón a la carrera que hizo que el ladrón volara por encima del terraplen y quedara cruzado contra la puerta mientras el toro veía como su presa desaparecía como por arte de magia y ni siquiera embistió, sino que busco la sombra y allí se echo con intención de pasar el resto de la tarde. Antes de que pudiera reaccionar el personal que estaba viendo el salvamento del bandido desde encima del foso retumbaron los dos bofetones que Menga le atizo al ladrón y aprovechando que ya tenia la cuerda cogida a la cintura terminaron de atarle pies y manos no sin antes llevarse otro par de bofetones de Isabel que una vez mas calmada empezaba a notar el dolor del pinchazo que le había dado el ladrón ante su resistencia a soltar la faldriquera.

Con el ladrón camino de la cárcel y el toro en el foso sentado a al sombra todo parecía indicar que las Alegrías estaban finalizadas cuando los dos carniceros de Carinnyana lanzaron su apuesta: el joven que de muerte al toro se llevará cinco sueldos jaquees Al oír la cantidad todos los jóvenes que disponían de venablos fueron a sus casa a buscarlos para participar aunque en la mayoría de los casos el miedo les hacia lanzar desde demasiado lejos y unas veces la mala puntería y otra la falta de técnica hizo que el toro siguiera a la sombra rodeado de al menos dos docenas de venablos sin que ninguno hubiera impactado en el morlaco.

Como el toro seguía vivo fueron a llamar a Pere Garcia,, caballero de la aldea de Carinnyana, para usar sus armas, cuando le explicaron la situación se negó a participar y ni del portal de su casa salio. De vuelta al foso salieron del mesón cuatro jovenzanos que habían bajado de Vistabella y Luexma a pasar el día de fiesta y el mas adelantado, un tal Pelariyo les corto el paso a los carniceros –por diez sueldos matamos al toro y lo sacamos del foso

Los dos carniceros se miraron un instante

Lo tomáis o lo dejáis –insistió Pelariyo

De acuerdo pero si hay una desgracia la responsabilidad es vuestra

El joven choco la mano con los matarifes y animo a sus compañeros

Vamos que se va la tarde y habrá que volver a casa

Si matamos al toro hoy dormiremos en la posada

Llegaron al foso y los de Luexma se tiraron a citar al toro que de mala gana, por fin, se levanto y echo a andar hacia donde un rato antes había tenido al bandido a punto de embestirlo. Bajaron entonces los dos mozos de Vistabella al foso y se prepararon con dos venablos cada uno y pegados a la pared uno por cada lado por lo que el toro se veía acorralado. Poco a poco se iban acercando mas para tomarle bien la medida el toro al sentirlos tan cerca empezó a escarbar como cogiendo fuerzas y al primer lanzamiento salio corriendo entre los dos jóvenes con la lanza corta clavada en el cuello. El toro no paro de correr hasta llegar al terraplen de la puerta Baja y allí cogieron el relevo los otros dos amigos y sin dejar ni un momento para que se recuperara el mayor de los hermanos cito al toro para que no le quitara la vista mientras el pequeño pegado a la pared avanzaba sigilosamente y cuando estaba a unas cinco varas de distancia y con una gran habilidad le lanzo el venablo que le entro por el ojo y seguido le lanzo el otro que se le clavo en el cuello justo debajo de la barbilla. El toro enfurecido de dolor empezó a arremeter contra todo mientras los hermanos cogían otras dos lanzas y en un momento en que el toro agotado se quedo quieto el hermano pequeño le lanzo otro venablo que impacto en la oreja y cuando iba a tirarle el ultimo ya se dio cuenta de que el toro estaba muerto.

El propio Jayme les presto los dos pares de mulas, que Joaquim por fin había comprado, para sacar al morlaco del foso y arrastrarlo hasta la carnicería donde iba a ser despiezado Por el camino los carniceros aprovechando la expectación que se había creado ya iban apalabrando las diferentes partes del toro con los vecinos mas pudientes de Carinnyana. Jayme una vez que recogió las caballerías y como el sol estaba apunto de ponerse se marcho para casa. Entro directo al pozo y se saco un pozal de agua, se refresco, se echo un buen trago de agua del botijo y como vio que María todavía no había vuelto se recostó en el banco de la cocina y se quedo dormido.


Las cuatro socias una vez recuperadas del susto con cuatro jarras de vino del mejor que había en el mesón y con la faldriquera bien cogida se fueron para casa de Carme que como se había hecho algo tarde ya no las esperaba pero que se alegro mucho de verlas y de que a pesar de lo sucedido estuvieran tan contentas. Fieles a la tradición Carme y su marido les ofrecieron dulces y fruta fresca que las cuatro amigas agradecieron sobre todo las raldas de sandia. Una vez que se refrescaron comenzó como el día de antes el recuento de la recaudación Carme iba recontando y anotando todas las cantidades y una vez sumadas y restando el valor de los comprobantes que llevaba María, Carme se puso en pie

Según he calculado vamos repartir a ocho sueldos jaqueses para cada una Les dijo mientras colocaba los cuatro montones delante de cada una de las cuatro amigas.

Todavía no habían tocado las monedas que seguían mirando con los ojos como platos cuando entro Joaquim que amablemente les dio un monedero de cuero a cada una.

Contadlas y guardarlas en el monedero

Poco apoco fueron llenando el monedero y cerrándolos con las correas. Joaquim espero a que estuviera la mesa recogida para empezar a hablar

Hoy, aunque el remate final del día ha sido bueno, la verdad es que no ha sido un buen día Llevo toda la tarde pensando con mi mujer alguna solución que no ponga en peligro vuestra salud ni vuestra economía, ni la mía claro. Como ya sabréis tengo familiares en Barcelona y desde hace algunos años me han hablado de la ultima novedad en navegación comercial: la póliza de seguro y eso es lo que vamos a hacer aseguraremos la mercancía, en los próximos días vendrán unos conocidos míos de Zaragoza para hacer una valoración.

Al salir las cuatro mujeres a la calle no veían nada claro eso de la póliza de seguro

Lo que es seguro es que el pinchazo cada vez me duele mas, a ver si llegamos ponto a casa

En la plaza del mercado que ya estaba casi vacía se despidieron las cuatro amigas y María con su madre fueron directas a casa para ver la herida de Isabel. Nada mas entrar al patio ya oyeron los soplidos de Jayme que seguía durmiendo en el banco de la cocina. María fue a buscar el aceite pericón mientras Isabel se quitaba el gonete y la camisa manchada de sangre

Pero madre, pero cuanta sangre te ha salido que casi se puede escurrir la camisa. Esto es mas que un arañazo

Pues no veas como me duele ahora

Con el pericón en unos días estará curada la herida pero tendrás que dormir boca abajo y dejar que le de el aire

Sabes una cosa María esto de la venta me gusta y si tuviera veinte años menos de dedicaría la venta por las aldeas

Vamos a la fregadera que aquí vamos a poner todo perdido con la sangre –Con el carro y el borrico de mis hijastros cada semana a un sitio y el invierno aquí en Carinnyana.

Bueno esto ya esta, te dejo una camisa mía y mañana vienes a curarte otra vez que la ropa ya te la lavare yo que tengo que bajar al lavadero

En verano durmiendo bajo las estrellas

Madre deja de soñar y vístete, ¿te apetece cenar algo? Y a ti Jayme ¿te apetece cenar?--María sacudió a Jayme que del susto casi se cae del banco

Yo me voy a la cama-- se puso en pie saludo con un leve movimiento de cabeza a su suegra y desapareció

Yo también me voy que es casi de noche –Isabel le ayudo a ponerse bien la camisa y el gonete

Mañana hablaremos de todo le que me has dicho ahora. No creas que no te hacia caso. Durmiendo bajo las estrellas... y un amor en cada aldea te ha faltado decir, anda tira pa´casa no vaya a estar el amor de tu vida en una esquina y pases sin verlo, anda tira que yo me voy a despertar a Jayme que ocupa toda la cama.


A la salida del sol empezó a correr el rumor por la aldea, a mediodía Isabel paso a casa de su hija para que le aplicara el aceite pericón y continuar la conversación pendiente desde la noche de antes.

María insisto si tuviera veinte años menos ese seria mi futuro

Madre tienes cincuenta años, eres de las mas viejas de la aldea y una cosa te voy a decir todos lugares no son como Carinnyana, vamos no son ni la mitad. Ese negocio déjalo para Andrea y si quiere Menga pero nosotras ya no estamos para vender nada.

Tienes razón que me ha cogido ya mayor

Ademas aquí con los jornales que ganamos en casa de Yesolot salimos mejor y dormimos en casa todos días

Andrea si que podía tener un futuro..-- dijo Isabel con resignación

Yo le enseñare lo poco que se y si el viaje es de varios días los zagales se pueden quedar aquí o en tu casa.

Con un cruce de miradas dieron por terminada la conversación

Y ponte la camisa que siempre que hablamos de negocios acabas sin ropa

Por cierto hija mía según dicen por la aldea el rey Pedro y la Reina Sibila vienen a Carinnyana a finales de septiembre.

--Pues aquí nos encontraran y si quieren engancharse a vendimiar no tienen mas que decirlo y Jayme les preparara los farcinos y los cestos ….

 

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